miércoles, 23 de marzo de 2011

Bridget comienza una nueva vida

En la búsqueda del amor verdadero hay que saber de antemano que se van a perder muchas batallas, pero que sin esas experiencias nunca seremos capaces de ganar la guerra, es decir, nunca seremos capaces de encontrar a esa persona que nos hace soñar despiertos, que nos provoca un cosquilleo en el estomago con cada nueva caricia, que hace que cada día a su lado merezca la pena disfrutarlo al máximo. Sé que con el paseo del tiempo las relaciones van cambiando, la gente dice que se van desgastando, a mi me gusta pensar que van creciendo y madurando, pero en ningún caso desgastándose. Somos las personas las que hacemos que las relaciones pierdan la magia, no es el tiempo, ni la convivencia, ni el trabajo...somos nosotros los que dejamos que esas cosas se vuelvan nuestra relación aburrida, triste, monótona...En nuestras manos esté evitar que esto suceda y para eso hay que invertir tiempo, esfuerzo, ilusión, dinero ( seamos realistas eso es así), creatividad..Si cerca de los 30 no estás dispuesto a darlo todo no empieces una relación porque al final lo único que encontrarás será un montón de tiempo perdido, ilusiones malgastadas y otra historia que meter en el saco de historias del pasado.

Para ganar la guerra del amor, hay que buscar, intentar, probar, arriesgar...Bridget es la representación de todas aquellas mujeres que seguimos creyendo que el amor verdadero existe, que aparecerá cuando menos lo busquemos. Creemos en que de la nada saldrá un hombre que nos quiera, nos valore, nos comprenda, vamos...el tipo perfecto que todas nos merecemos, ¿o nunca habéis dicho estas palabras mientras charlabais con la típica amiga que tiene un hombre como ese en su vida? Yo os animo a no perder la esperanza, os animo a ponerle una sonrisa a cada Copperfiel, a ponerle un toque de humor a cada "ya te dije que eso pasaría", a acompañar con chocolate cada "es que no me puedo creer que me haya vuelto a pasar" y por supuesto a decorar con ropita nueva cada "el era distinto". Y para las afortunadas que habéis encontrado el amor, solo un consejo, disfrutarlo como si no hubiera un mañana.

Como era de esperar, a los pocos días de la conversación con Thomas, Bridget ya se había repuesto casi del todo de su nueva decepción. Hacía ya mucho tiempo que había aprendido a no invertir demasiados esfuerzos en sobre ponerse a este tipo de cosas, sabía que el dolor era inevitable, pero que el sufrimiento era opcional y ella había optado por reducir al mínimo la cantidad de sufrimiento que los tíos como Peter se merecían. Así que retomó las riendas de su vida y decidió que era un momento ideal para hacerse un viaje de chicas. Uno de esos viajes en los que se habla del pasado con humor y hay una dosis extra de comprensión; una de esas escapadas que se vuelven inolvidables por la cantidad de momento especiales que han sucedido; unos días en los que te olvidas de las cosas desagradables que han pasado y en los que te haces consciente de que las cosas importantes no se miden por las lágrimas que has derramado, sino por las sonrisas que te han provocado. Así que Bridget envió un mensaje escueto pero muy eficaz a sus tres mejores amigas: "Chicas, ¿os apetece una escapada para olvidarnos un poco del mundo? Me parece que se ha vuelto demasiado serio. BSS!". A los pocos minutos tenía la confirmación de las chicas de que se apuntaban a esa escapada.

Quedaron en una cafetería para estudiar los destinos más apetecibles que les ofertaban las distintas agencias y entonces lo vieron: "Viaje a Nueva York 7 días/5 noches por 800€", las 4 lo vieron clarísimo, ¿podía existir un mejor destino para recomponer un corazón pisoteado que la maravillosa ciudad de Nueva York? ¡¡NO!!. No hicieron falta muchos argumentos para auto convencerse de que necesitaban hacer esa escapada, llevaban mucho tiempo sin estar juntas y se merecían un viaje como ese, así que hicieron la reserva y dejaron que la emoción y los nervios las invadiera por completo. Estando en aquella cafetería las 4 chicas, planeando qué es lo que iban a meter en la maleta, cuánto dinero para compras de iban a llevar y qué conjuntos increíbles iban a llevarse para salir por la Gran Manzana, sentían que era imposible que la tarde se torciera, era un momento perfecto y lo estaban pasando en grande. Pero como al vida es caprichosa y algo cruel, en ese preciso instante se abrió la puerta de local y sin poder evitarlo las chicas dirigieron sus miradas hacia la puerta justo a tiempo para darse cuenta de que el chico que estaba accediendo al local era Peter ( si, si el Peter de Bridget) e iba de la mano de una chica bastante normalita, por cierto, con la que se dio un sencillo pero más que revelador beso antes de hacerse consciente de que Bri estaba también allí. Las chicas no sabían qué hacer, ni que decir, simplemente miraron a Bri, la cual se tapaba la cara con uno de los folletos de la agencia que habían traído, a la espera de ver que es lo que nuestra pobre chica decía o hacia para apoyarla al 100%, pero Bri sólo fue capaz de decir "¡no le miréis chicas!" Ellas obedecieron la orden sin ningún tipo de objeción, pero todas notaron como el ambiente, de pronto, se había vuelto algo asfixiante. "Con un poco de suerte se sientan en la otra punta y no tenemos que vernos. No me lo puedo creer, con todas las cafeterías que hay en esta maldita cuidad y tiene que venir a la que le recomendé yo, desde luego este chico es bastante retorcido". Bridget se sentía avergonzada y no entendía muy bien el porqué de aquel sentimiento, ella no había hecho nada malo pero no podía evitar sentir vergüenza y mucha rabia. Lo que le apetecía en ese momento era levantarse y decirle algunas cositas a ese chico que tiempo atrás le había hecho perder la cabeza. Le apetecía horrores levantarse de su mesa y acercarse a la suya para pedirle una explicación convincente de porqué había desaparecido, pero sabía que ese tipo de actitud no iba a decir nada en su favor y tampoco iba a conseguir nada más que ponerse en evidencia, así que lo mejor era ignorarle y en el caso remoto de que sus miradas se cruzaran e tiempo suficiente, ella simplemente movería la cabeza de arriba abajo y lo acompañaría de una perfecta sonrisa falsa, eso era todo lo que, como persona educada que era, estaba dispuesta a darle a ese chico.

Las chicas no querían dejar que aquella desafortunada casualidad enturbiara el momento tan divertido que estaban viviendo minutos antes de aquella entrada triunfal, así que comenzaron a hablar del viaje qué iban a hacer, los sitios que iban a visitar, las cositas que se iban a comprar y consiguieron que Bri se olvidara por unos momentos de que su pasado más reciente había vuelto para no dejarla olvidar fácilmente. Pero todo en la vida sucede por alguna razón y Bri estaba a punto de descubrir cual era la razón de que aquel chico de la sonrisa perfecta hubiera aparecido el mismo día que ella en su cafetería. Peter parecía estar bastante más incomodo que las chicas en aquella situación y no había sido capaz de dejar de espiar su mesa sin obtener ningún tipo de respuesta, por supuesto. Parecía estar sentado sobre un montón de chinchetas porque no paraba de moverse en su silla, y daba la sensación de que quería levantarse pero finalmente no lo hizo. Las chicas pidieron la cuenta y Bri se levanto para ir al baño. Fue entonces cuando Peter encontró el momento perfecto, en el que las chicas estaban despistadas hablando de los detalles del viaje y su compañera estaba manteniendo una conversación muy intensa por el móvil, para levantarse y acercarse a Bridget sin ser detenido a medio camino por un grupo de amigas rabiosas. Así que Peter consiguió su objetivo y alcanzo a Bridget justo antes de meterse en el baño marcada con una luna. “Bri, oye, espera, quería pedirte disculpas. No sé que me pasó contigo, creo que me vi metido en una relación cuando no era lo que yo buscaba. No estaba seguro de querer una novia y de pronto apareces tú. No estaba preparado para iniciar algo tan serio, pero no te merecías que me comportara así, no fuiste tú, la culpa es solo mía”. Bridget estaba totalmente alucinada de que hubiera sido lo bastante descarado como para acercarse a ella, pero mucho más aun para intentar pedir disculpas. ¿Pero iba en serio? ¿Se le había olvidado que había venido con lo que parecía una novia? En ese momento se dio cuenta de que lo que le había dicho su amigo Thomas era cierto, Peter era un capullo y ella no le interesaba lo más mínimo. Sabía que él estaba hablando pero ella sólo escuchaba “bla, bla,bla”, era un discurso muy preparado y muy poco original, solo había faltado la fantástica frase de “podemos ser amigos” . El estaba intentando limpiar su imagen y quedar como el perfecto caballero, pero ella no estaba dispuesta a darle esa satisfacción, no se la merecía. Así que le miró fijamente, puso la más perfecta de sus sonrisas falsas y sacó del bolsillo una moneda de 1€, se la dio a Peter y añadió “Toma, para que llames a alguien al que le interesen tus disculpas. Espero que te vaya muy bien en la vida”. Se dio media vuelta notando como los pies se separaban del suelo y escuchando aplausos en su cabeza por el momento tan estupendo que acaba de vivir, se acercó a las chicas con una sonrisa de oreja a oreja y notando la mirada de Peter en su nuca, estaba claro que no se esperaba una respuesta como esa. Las chicas notaron el cambio que se había producido en Bridget en cuestión de minutos, y supieron que algo muy bueno había sucedido. Así que aprovecharon esa subida de autoestima para salir del local como autenticas estrellas, se pusieron sus trench, se colgaron sus maxi bolsos y se colocaron sus fabulosas gafas de sol listas para comenzar una nueva aventura en Nueva York.


FIN

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